Este fue el cuento que hice para la antologia de español... sale espero que les guste...
Es extraño llegar a creer que todo lo que te rodea es solo para ti, y que cuando creses de pequeño a adulto sigues creyendo la misma idea. Pero llega un momento en tu vida donde solo una cosa no puede llegar a ser de tu propiedad jamás, ¿Qué es? El amor de tu vida, pues aunque seas correspondido jamás llegaras a tener los recuerdos de su alma ni de su conciencia jamás, bueno casi nunca…
Nuestra historia comienza en una ciudad llama new york, la ciudad de los negocios y de los edificios grandes he imponentes, en ese lugar donde cualquier cosa puede llagar a pasar, pero centrémonos no en una casa de bolsa y cosas por el estilo, no, nuestra historia se desarrolla en un hospital, no de esos que son caros y lujosos, pero tampoco de esos que son para pobres, en la cama de la habitación 333 del piso numero 4 se encontraba un joven el cual de primera vista creería que fuera un recién internado y que no tenia problema alguno, pues se veía que era deportista, su cuerpo talvez no era de esos que son como fisiculturistas pero si lo suficiente para llegar a correr un maratón, aunque la realidad no era esa. Su nombre era Michael tenia 23 años de edad y desde los 4 años padecía una enfermedad terrible en el corazón, su padre la padeció al igual que su abuelo y su bisabuelo y así sucesivamente hasta el primer antepasado de Michael, pero su padre murió del corazón antes de poder decirle que se cuidara de ese tipo de cosas.
Lleva dentro de ese hospital mas de dos meses esperando solo una cosa, un transplante de corazón pues el suyo solo estaba a un paso de que lo llevara a la muerte. Michael se encontraba dormido cuando llego el doctor (John) que lo atendía irrumpiendo en la habitación. –señor Michael¡¡¡ - el doctor había llegado a la habitación casi gritando de una manera casi aturdidora para una persona que se encuentra enfermo. – haaa lo siento, no pensé que se encontrara dormido, una disculpa de antemano – decía el doctor que se le caía la cara de vergüenza .
-No se preocupe doctor – decía Michael mientras se levantaba y acomodaba en la cama de una manera que pareciera estar sentado en ella- seguramente fue por una buena razón – se volvió a escuchar la voz de Michael.
- señor. Le tengo la mejor noticia que creo que le va a dar mucha alegría. Encontramos un corazón sano y fuerte que le podrá servir para que usted pueda disfrutar de esa vida que siempre nos ha dicho que quiere tener. ¿Que le parece?
- me parece perfecto, solo siento un poco de lastimas por aquel que murió para dejarme el corazón, la verdad me hace sentir mal. – decía Michael mientras se levantaba de la cama y se sentaba en ella – y dígame doctor, cuando empezaríamos la operación?.
- en este mismo instante solo es cuestión de que lo autorice usted, de ahí en mas todo esta resuelto.
Michael había recibido la forma de la operación de las manos del mismo doctor el firmo sin arrepentimiento, sabia que estaba una sola operación de que tuviera una vida normal…
Michael se encontraba en su habitación dormido, ya había pasado la operación pero en ese momento parecía que tenía un sueño que le perturbaba la mente. El sueño trataba de una chica una mujer delgada, de pelo castaño y ondulado, de ojos de color verdes, era hermosa, pero había algo extraño en ella, se acerco a ella de una manera provocativa, se veía hermosa además sentía el que el la conocía, pero en vez de un sueño mas bien parecía como si fuera un recuerdo, pero el recuerdo no era de el, eso era extraño.
Michael despertó de una manera inoportuna pero conmocionado, estaba empapado de sudor y con una excitación tremenda, sentía algo como si estuviera enamorado de ella, ¿pero como era posible eso? Le parecía extraño de una manera que puede llagar a perturbarte por una largo tiempo.
Cuando por fin fue dado de alta no había tendido sueños como el de aquella noche, de hecho solo había dejado atrás ese recuento y se dispuso a vivir con esa vida que creyó que jamás tendría, llevaba una cicatriz en el pecho, eso era lo único que llevaba.
Salio del hospital de su propio pie, jamás le gusto que sintieran lastima por el. Camino despacio se dio cuenta de que todo lo que lo rodeaba.
Camino hasta su casa, prefirió hacerlo, sabia que la única cosa que tenia que hacer es disfrutar de la vida. Llego a casa, todavía se encontraba como la dejo la ultima vez que estuvo ahí, se imagino que la señora a la que pagaba el aseo de su hogar no había asistido desde hace un buen tiempo, pues por lo de su enfermedad lo obligo a dejarla sin empleo, pero no fue culpa de el. Recogió de una manera rápida su hogar, después de un tiempo le dio hambre, se olvido por completo de la comida que había dejado en el refri, cuando lo abrió no había nada, talvez la señora del aseo la había tirado toda “al menos hizo algo bueno después de todo” pensó Michael.
Tomo su chamarra, tomo también su cartera junto con sus llaves, camino hacia la puerta dispuesto a salir a comprar todo lo que le alcanzara de comida. Ya estaba saliendo por la puerta de su casa cuando algo sucedió…parecía otro sueño, pero esta vez estaba despierto, lo sabia no podía moverse, la imagen en su cabeza ocupaba toda su razón.
La imagen solo la podía describir como si el la estuviera viviendo, era la misma chica que había soñado, solo que se encontraba vestida de manera diferente, la veía como si ella estuviera hablando con el, pareciera que ella tenia años de conocerlo, se abalanzo sobre el y lo beso, después de esto Michael reacciono, no sabia lo que era pero era extraño, tenia la sensación de que esto ya lo había vivido, sentía como si su corazón se hubiera encendido con ese recuerdo, con aquel que le quemaba la vida por dentro.
Dejo de lado eso y creyó que talvez esa imagen la había visto en algún alado, decidió darlo por hecho y lo dejo así. Salió de su hogar camino hacia el mini súper más cercano y compro todo lo que necesitaba, cuando ya estaba a punto de pagar, otro recuerdo lo invadió, la misma mujer, diferente ropa, esta vez el recuerdo parecía en un parque y ella estaba sentada en lo que parecía sus piernas
- Señor, señor, señor¡¡¡ serian 233 con 50 centavos, gusta redondear esos 50 centavos
- Disculpe, es que me distraje jejeje pero si adelante con lo del redondeo.
Michael salió de ahí con una extraña sensación, jamás había visto a esa chica de sus sueños, pero cada vez parecía que los tenia los sueños mas seguidos pero ahora rompían las reglas de la realidad, pues era como si de verdad estuviera pasando eso momentos con esa chica.
Subió sus cosas del mandado en su auto, era un mustang boss de los pocos que quedaba, subió a su auto y cuando se disponía a girar la llave para encenderlo otro memoria lo embargo, esta vez la chica se encontraba en el auto del copiloto, y por primera vez ahora podía escucharla, era una voz melancólica, bella si Michael creía que casi de todo de ella era perfecta ahora si lo era.
- Es que no lo entiendo Steve, ¿porque dices que tu no me puedes dar lo que necesito? – decía la chica mientras se veía que lloraba.
- Es que no lo entiendes yo soy un pobre diablo que no tiene nada que ofrecerte entiéndelo, por favor, la verdad yo te amo, pero dime que es lo que quieres que te diga
- Dime que quieres estar conmigo, dime que puedes llegar a quererme sin la necesidad del dinero por favor, solo necesito eso. – en ese momento la chica salió del auto dejando la puerta abierta
En ese momento Michael recobro su memoria, era extraño pero parecía como si el hubiera sido aquel a quien la chica hubiera hablado y como si fuera mas extraño parecía que tenia una conexión con ella pero no sabia ni como se llamaba ni donde vivía.
Esa tarde llego a su casa, se sentó enfrente del televisor, miro a la ventana parecía que estaba lloviendo, pero no esa lluvia tormentosa, no era esa que era calmada y tranquila que te dan ganas de salir a mojarte. Michael de repente sintió un hueco en el estomago y después de eso otra imagen invadió su mente. Ahora parecía estar en la calle, dejo que las voces que lo rodeaban fueran claras.
- déjame en paz Steve, entiendes que no te quiero volver a ver.
- por favor espérame, por favor patricia, espera, tengo que decirte algo
- ¿que me vas a decir? Que me amas eso es imposible no puedes cometer el mismo error dos veces, demuéstrame que me amas.
- eso es lo que estoy tratando de hacer – Steve saco de su bolsa (parecía que era la bolsa de Michael) un caja pequeña de color morado, la abrió en plena lluvia saco lo que llevaba dentro y se lo dio a patricia – te quieres casar conmigo.
En ese momento la lluvia arrecio patricia se abalanzo a los brazos de Steve y lo beso, poco importo que la lluvia estuviera diluviando, ella lo beso en plena lluvia, le había demostrado que la amaba.
Michael se dio cuenta de lo que pasaba, Steve no podía ser otra persona mas que el, tomo calma y pensó que como era posible eso.
- Debe de ser una ilusión no podría ser otra cosa, pero aun así ¿Cómo puede llegar a pasar eso? – miro para todos lados, pero nada podría explicarle lo que pasaba, entonces talvez como accidente miro su pecho y vio la cicatriz que lo marcaba, esa que talvez resolvería todas sus dudas. Tomo las llaves de su carro y salio corriendo a la calle le importaba poco que estuviera lloviendo. Abordo el auto y miro su reloj, faltaban 10 para las 8, faltaban solo 10 minutos para que su doctor de cabecera aquel que lo había operado partiera del hospital. Michael pensaba en muchas cosas, pero en ninguna que fuera coherente para las personas que no habían pasado por lo que el estaba pasando.
Casi como un milagro llego en el preciso momento en que el doctor John empezaba a subir a su auto.
- doctor¡¡¡ espere por favor¡¡¡ - se escucho la voz de Michael – es un asunto de vida o muerte¡¡¡ - el doctor volteo a todos lados hasta que vio a aquel que lo había llamado por su nombre.
- Hooo Sr. Reace dígame ¿en que le puedo servir? Estaba a punto de retirarme a mi casa a descansar
- Señor… - Michael estaba un poco agitado y le costaba mantener el aire – ¿sabe quien era la persona a la que pertenecía el corazón que usted me transplanto?- el doctor dudo por un momento mientras veía fijamente los ojos de Michael
- Mmm… pues no, no recuerdo el nombre del accidentado, pero dígame ¿Por qué tal pregunta? ¿algún problema? – el doctor lo miraba interrogativo.
- No doctor nada de eso, es que… no se me siento un poco mal por su familia y quisiera saber que podría hacer por ellos – Michael no había pensado en que el doctor talvez lo interrogaría antes de darle alguna información.
- Haa, OK, pues mire en este momento no cargo en mi maletín el expediente medico pero si viene mañana se lo tendré a la mano, solo es cuestión de que solo pase y se la pida.
- Si doctor yo mañana paso por el documento y pues perdón por molestarlo.
- Esta bien no se moleste, solo una recomendación, cuide ese corazón, le costo mucho esperar por eso.
Michael regreso a su casa sabia perfectamente que cada vez que intentara conseguir alguna teoría de que era lo que le estaba pasando tendría que buscar mas aya de lo que el sabia. Cuando se disponía a dormir tuvo otra sensación de lo que el era, pensó talvez que todo en verdad era un sueño, y que solo era parte de su imaginación, esta idea no lo dejo dormir por un buen rato pero aun así logro dormir algo, o eso creyó el.
En lo que pudo dormir vio un recuerdo mas, pero en este no se encontraba la chica con la que había visto su ultimo “recuerdo”, al contrario, se encontraba solo, parecía que se encontraba en un carro, el manejaba en una carretera pero sentía una emoción en todo el cuerpo, ¿pero que era? El se encontraba en su cuarto, no en auto que se encontraba manejando. De repente como un auto de color negro chocaba contra su cofre, fue un golpe impactante, solo vio parte de el saliendo por el vidrio delantero, sangre por todos lados la igual que gritos. En ese momento despertó una vez mas. Sudaba, no podía soportar el dolor, miro su cuerpo, no tenia ningún solo rasguño, solo sentía el cuerpo como si de verdad hubiera estado ahí. No volvió a ver en esa noche recuerdos…
A la mañana siguiente quería aclarar todo lo que le había pasado, se levanto de su cama se aseo, desayuno, lo común de todos los días. Fue directo al hospital, recogió el archivo que le daría la información que el buscaba, abrió el sobre, la primero que leyó fue el nombre del hombre a quien buscaba, ¿su nombre? Steve Jovi, la foto anexa era un poco perturbadora pues es veía la imagen de donde había tenido el accidente.
Era desgarrador el saber que tuvo que morir alguien para que tu puedas vivir. Quiso saber donde s encontraba su familia pero solo decía la dirección de una chica.
Fue a ver a la chica tenia interés de saber como era steve y el creía que era la única persona que le podía ayudar, pues steve no tenia padres ni hermanos, solo ella era su única amiga.
Llego a la calle donde era la dirección de la chica, llego hasta el portón y camino hacia la entrada principal, toco 3 veces la puerta y espero, abrió la puerta una mujer que para Michael ya significaba algo.
- si diga ¿que se le ofrece?
- Hee disculpe estaba pasando por aquí… y hee y quería preguntar algo sobre el señor Steve Jovi
- El ya no vive aquí – dijo la chica mientras serraba la puerta de golpe – si lo se y por eso estoy aquí, yo soy el que recibí el transplanate de corazón gracias a el
La chica de inmediato dejo de cerrar la puerta, esta extrañada, ¿Por qué tendría que ir alguien a visitar a alguna persona que estuviera relacionado con un muerto?
- y dime… para que estas aquí
- es que resulta ser que desde que recibí su corazón he llegado a tener recuerdos que no son míos pero como la medicina no puede explicar esto, espero que tu lo hagas.
- Pues mira, el era… tranquilo tímido y extraño, se guardaba muchas cosas para si mismo, el no creía que el pudiera ofrecerme algo pero lo hizo, me pido que me case con el en…
- Plena lluvia… llevaba el anillo en una cajita de color morado
La chica se sorprendió como era posible que supiera eso era casi imposible.
- ¿como sabes eso? El nunca se lo contó a nadie al igual que yo.
- A eso es lo que me refiero patricia, es que tengo al parecer todos su recuerdos – en ese momento siento algo dentro de si mismo que lo cambio por completo, era si como si la quisiera besar en ese momento y decirle que la amaba
- ¿Cómo dijiste que te llamas?
- No dije como me llamo perdón, mi nombre es Michael
- OK mira Michael… - en ese momento patricia veía algo extraño, no observaba a Michael, no, veía a steve. Era algo muy extraño mas de lo que parecía y por fin ella se dio cuenta de algo… no era steve el que estaba presente, era Michael que había sido usado por steve (o lo que quedaba de el) para poder despedirse de ella. Ella se lanzo hacia Michael.
- ¿Por que tu? ¿Ni siquiera te conozco y ya te amo? No puede ser posible…
- Pues… creo que steve quería esto sino no hubiera hecho esto, además creo que me paso lo que el sentía.
Los dos se besaron en silencio talvez por que de verdad se amaban o por que creía que todo podía pasar.
Después de 3 días los dos sabían todo del uno del otro… Michael no tuvo mas recuerdos, talvez cumplió con el propósito de steve, pero sucedió algo mas…
- Que sucede – decía Michael mientras era obligado a ver la televisión dentro de su trabajo
- Es tu novia – decía uno de sus compañeros
- Mi novia que tiene – entonces miro al televisor, la imagen era terrible, había un accidente uno muy aparatoso, era el auto de Paty, la mujer que había entrado a su vida de una forma extraña.
- Es un accidente que solo ha dejado una mujer herida, fue un choque ocasionado por un trailero ebrio, fuentes señalan que la mujer que falleció recibe el nombre de patricia Sandoval, la mujer murió al instante por lo que no sufrió.
Michael sintió que su vida ya no valía nada, soltó en llanto, y miro con odio a su alrededor lo que pasaba, no le quedaba duda era ella, se dirigía al trabajo de Michael, hiban a cenar juntos. Como era posible eso…
- nos están informando que la joven al ser donadora de órganos ayudara a un jueves llamada Jessica que se encuentra en un estado grave del corazón…
Michael volteo y una esperanza le lleno los ojos…
¿El fin?...
Hagans Pet Resort Sarasota Fl
Hace 2 años
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